lunes, 7 de abril de 2014

Diario de Marina

El día que por fin tuve fuerzas para volver a clase, hace ya tres meses, empezaron a aparecer, pegadas aquí y allí (me encontré la primera en un banco antes de empezar las clases y luego otra en la fuente en la que siempre bebíamos), en cualquier sitio del instituto, unas pegatinas con unas citas que no conocía: “El que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho”, “Yo sé quién soy”...

Y ahí se desataron todos los truenos: que si un gran panel con una sopa de letras inmensa, noticias de aventuras, exposiciones y exposiciones de todas las asignaturas, artilugios imposibles que no eran ni molinos ni gigantes… 

     Hasta hicimos un viaje maravilloso por La Mancha…

Mañana tenemos que vestirnos como lo hacían en el siglo XVII. Dicen que habrá teatro y caballos, y un cetrero, y una especie de cantina que llaman Venta con un montón de cosas para comer, y un recital…

Pero hoy estoy triste. Te echo mucho de menos. Nada es lo mismo sin ti. Hoy sé que mi recuerdo de ti quedará unido para siempre al de un loco cuerdo que amó tanto como yo, para luego morir.

22-04-2005















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